martes, 2 de abril de 2013

LA PERIMETRAL A BENISSA, II EDICIO

Crónica de Enrique

Perfil de la Carrera, 23/03/2013

Sobre las 5,00 AM llego a Benissa y directo al polideportivo, donde aparco el coche. Ahora a recoger el dorsales y a saludar a los muchos amigos que allí me encuentro. El tiempo perfecto para estas batallas, buena temperatura, entorno a los 10º-12º C, sin aire y algo nublado, me equipo con muy poca ropa, pero con algo de abrigo en la mochila, intuyo que la carrera para mi va ha ser algo larga.


En el corralito de salida, me posiciono junto a Fausto, Rai, Ángel, Demy y los murcianos del correbirras Gines y Fernando donde en agradable tertulia se da la salida, con anterioridad conversé con Javi de Busot, fue una alegría poderlo saludar ¡vaya vuelta que me pegó por el Cabeço el pasado verano!

A las 6,05 se inicia la carrera con un ambiente fenomenal por las estrechas calles de Benissa donde la serpiente de linternas va dibujando el recorrido de la carrera. Pronto amanece y con las primeras luces, ya podemos divisar la sierra de Bernia en nuestro camino hacia Oltá. ¡Vaya vuelta que vamos a dar!

Sierra de Bernia
Estaba claro que había que hacer kilómetros y además por un tubo, como así ocurrió en los diferentes pasos que hicimos “por tubos” para cruzar la autopista de lado a lado en varias ocasiones, una diversión mas de la carrera.

Sin pretenderlo voy con Fausto y sus secuaces desde el principio, voy a gusto y cómodo, pero antes de llegar a Oltá me voy de ellos. En el primer avituallamiento sólido, en Oltá, Km. 17,5 lo veo muy flojo de comida, solo dátiles, algo de fruta lo que me obliga a tirar de mi despensa, (menos mal que uno es prevenido) aquí la gente va desesperada y yo me tomo mi tiempo, continuo la marcha y en la subida a Olta me pasa Edu Quiles (a to trapo), no se si será casualidad, pero en la media de Olta también coincidí con el en este mismo tramo, va como una moto, yo decido mantener mi ritmo.

Subida del Km. 25

Volvemos a pasar por el tubo de la autopista y me aproximo al kilómetro 24,5, donde se inicia una subida de 1,5km. que casi me deja fuera de combate, el ver el cartel de tramo técnico en la subida ya me hacia pensar que la subidita se las traería, y vamos si se las traía, como que me obligó a parar varias veces, para hidratarme y recuperar el aliento ¡vaya manera de sudar!, fue, a mi parecer, durísima. Aquello no se terminaba y cuando levantaba la cabeza con la esperanza de ver el final, na de na, solo monte pero no quedaba otra, paciencia y parriba. 
La subida nos dejará en una cantera, donde había un avituallamiento líquido, ¡pero yo necesitaba oxígeno no agua! Aquí coincido con Alberto “el sombrilla” lo veo fuerte. Tras recuperarme algo, decido seguir camino, ahora por pista y cuesta abajo trotando, me pasa Alberto como un cohete, pero yo voy a trote cochinero para tratar de recuperarme, alcanzo a Fausto con Demy y los correbirras, Gines y Fernando. Me comentan que ellos también lo han pasado mal en la subida anterior y que se estaban recuperando. La subidita ha hecho pupa.

Desde este punto, realizaré la carrera con estos fenómenos. Miro el reloj y veo que vamos con tiempo para el corte en la Font de Bernia, ahora había que llegar lo mejor posible al avituallamiento, para comer y prepararnos para la siguiente “batalla”, la subida a Bernia.

Avituallamos rápido y seguimos camino. Ahora sabía lo que me venía por haberlo entrenado semanas antes con los Machacapiedras de Elche, y aunque no os lo creáis, se me hizo menos duro que la subida anterior a la cantera. En la subida Fausto y Fernando se me van un poco mientras que Ginés y Demy se quedan por detrás, en la cumbre Fausto y Fernando me esperan e iniciamos los tres el descenso. Una verdadera pasada la ascensión y descenso a la sierra de Bernia, con cuerdas, cadenas y voluntarios para facilitarnos el paso, que desde luego, no dejo indiferente a nadie.
Entretenida subida

en el geodésico de Bernia, por fin cumbre.


En el Fort de Bernia, decidimos continuar despacio esperando que nos cojan Ginés y Demy, pero nos plantamos en el avituallamiento de la zona de acampada de Bernia (Km. 37) sin señales de ellos. Aquí la organización de la carrera tenía bocadillos de jamón york, que me vino fenomenal para recuperarme de todo lo anterior. Cuando estamos a punto de salir llega Ginés y se une al grupo.

En mitad de la "faena", si estuvieran sueltos.....

Iniciamos camino y sorpresa, Fernando va tocado de su rodilla y sólo puede andar, rápido, pero no puede correr y ahora la carrera nos brindaba unos tramos bastante corribles. Aquí me surge la duda sobre si marcharme o seguir con ellos. Se que me he recuperado bien, vuelvo a tener fuerzas para correr pero decido seguir con ellos. A Fausto lo veo fuerte pero los otros dos los veo que van más justos de fuerzas, pienso que todos juntos llegamos a meta, pero por separado, posiblemente ellos abandonen.

Van pasando los kilómetros y Fernando le va rondando la idea de dejar la carrera en Senija, piensa que es un lastra para nosotros, subir sube bien pero en las bajadas esta sufriendo mucho con la rodilla. No se lo permitimos, le convencemos para que siga porque el objetivo de todos era el mismo, terminarla.

Llegamos a Senija (km. 49) y le ofrezco ibuprofeno, parece que se anima y decide continuar. Aquí nos alcanza Demy, que alegría, ni ella ni nosotros esperábamos vernos. Le ha puesto un par de c… para alcanzarnos. ¡qué grande es! Tras avituallar seguimos camino subiendo, y aquí Gines da síntomas de flaqueza, se va quedando, yo sigo camino junto con Fausto y Demy, en la bajada al avituallamiento del túnel de la AP-7 (Km. 53) Fausto se marcha pero nos espera abajo, pero es que la bajadita se las traía, ¡vaya manera de ir saltando bancales!

Bonita imagen del atardecer


Reagrupados en el avituallamiento del kilómetro 53, ahora tocaba volver a subir y bajar, nuevo avituallamiento en el 55 donde paramos lo justo para reagruparnos nuevamente y seguimos camino. Saco el frontal y el chubasquero de la mochila, en la subida del kilómetro 56 ya lo tengo que utilizar, la subida no era muy complicada, pero la bajada, eso era otra cosa, muy delicada por la noche que con otros corredores, Fausto y un servidor bajamos como podemos para no pegarnos un buen coscorrón, hasta llegar a zona de pista, donde ellos deciden correr y nosotros caminamos esperando a Fernando, Ginés y Demy. Llegamos al avituallamiento de la mallada verda (Km.59) y los esperamos un buen rato, van muy tocados los tres y nosotros vamos tirando de ellos. Tras avituallar continuamos y pronto Fausto y yo nos vamos nuevamente, pero con la referencia de los frontales nos tenemos controlados. Volvemos a pasar el túnel de la carretera y decidimos aflojar la marcha para entrar todos juntos en meta, como era nuestro objetivo.

Tras la saludar a la mujer de Fausto, Ana, que sale a nuestro encuentro, nos reagrupamos, y sin escatimar un solo metro del recorrido, (una chica de la organización nos indica que tiremos rectos para no hacer una pequeña curva pero con 65 Km. de carrera no  íbamos a dar pie a que nos descalificaran por salirnos del recorrido ¡faltaría más! y nosotros dimos la curva), entramos en el pueblo, subimos escaleras y corrimos por sus calles para buscar la línea de meta. ¡Qué alegría!, objetivo cumplido, terminamos la carrera con 15h y 23’ que dieron para mucho.

Ahora me voy “corriendo”, pero de verdad, a la ducha mientras ellos se quedan comiendo con sus familiares. Cuando vuelvo ya no los veo, recupero fuerzas y para casa tras un día muy intenso y divertido.

Como resumen decir que la carrera fue un continuo sube y baja con tramos muy técnicos y en los  tramos de transición con piedras para aburrir a un cantero, una autentica tortura para los pies, piedras de todos los tipos y tamaños. Dura y bonita a partes iguales que no descarto repetir la próxima edición.
Lo mejor de la carrera, los voluntarios, una pasada el despliegue que había por todo el recorrido donde perderte era casi imposible.